¡Solidaridad con la Cuba socialista!

Friday, February 5, 2021

El imperialismo estadounidense vuelve a intensificar su presión sobre el pueblo cubano, que ha defendido valientemente la independencia y el sistema socialista de su país durante décadas. Apenas unos días antes del final del mandato del presidente Donald Trump, su secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció que incluía unilateralmente a Cuba en una lista de estados que apoyan el terrorismo. Este acto escandaloso y vergonzoso se encontró con razón con una oposición extremadamente fuerte tanto en el propio territorio de los Estados Unidos (EE.UU.) como en todo el mundo.
Estas cosas son tan falsas e hipócritas como las acusaciones de Cuba de estar apoyando el terrorismo, expresadas por parte de un funcionario del gobierno estadounidense. Todo lo contrario es cierto, Cuba no es partidaria sino víctima del terrorismo. Durante las últimas seis décadas más de 3 000 ciudadanos cubanos han sido asesinados por ataques terroristas, la gran mayoría de los cuales han sido impulsados, apoyados y respaldados precisamente por el poderoso vecino del norte de Cuba. Hay una larga lista de estos actos monstruosos; solo con carácter ilustrativo se pueden mencionar algunos ejemplos. Inmediatamente después de la victoria de la Revolución Cubana en 1959, se produjo una ola de sabotajes y ataques que culminó con la infructuosa invasión de Playa Girón en 1961. Posteriormente, los terroristas no vacilaban ante el uso de atrocidades como el atentado con bomba en 1976 del vuelo 455 de Cubana Civil de Barbados a Jamaica en 1976, en el que 73 personas fueron asesinadas. En la década de 1990, se produjeron repetidos ataques con bombas contra hoteles en la capital cubana, La Habana, dirigidos contra visitantes extranjeros a la isla con el objetivo de dañar la exitosa industria del turismo. En la primavera del año pasado, el edificio de la Embajada de Cuba en Washington también se convirtió en el blanco de un ataque terrorista, donde sólo por casualidad nadie resultó herido o muerto.
En una declaración descaradamente falsa, Mike Pompeo acusó a Cuba de "proporcionar alimentos, vivienda y atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras que muchos cubanos pasan hambre, no tienen hogar y no tienen acceso a atención médica básica". Se refirió a varias personas - como Assata Shakur - a las cuales se le había concedido asilo en Cuba durante muchas décadas, pero ninguna de ellas cometió durante su vida en Cuba ningún acto que se pudiera considerar como un ataque terrorista contra los Estados Unidos. También mencionó a representantes de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional, quienes se encontraban en La Habana. Sin embargo, ellos llegaron a Cuba para sostener conversaciones de paz oficiales con el gobierno colombiano y permanecen en la isla luego que el presidente colombiano, Iván Duque, terminara las conversaciones para destruir cualquier proceso de paz en el país y continuar la represión antipopular. Lo absurdo de la acusación también se ve confirmado por el hecho de que Cuba mantiene relaciones amistosas y de cooperación con Venezuela y reconoce su gobierno legal y legítimo, encabezado por el presidente electo, Nicolás Maduro, el cual Estados Unidos ha intentado de derrocar reiteradamente por distintas vías.
De hecho, Cuba enfrenta una serie de problemas económicos, principalmente relacionados con el criminal bloqueo económico, comercial y financiero de seis décadas de duración, por parte de los Estados Unidos. Es el bloqueo más largo y más duro impuesto contra cualquier país en la historia y, recientemente se ha ampliado y endurecido sustancialmente.
Pero la preocupación de Washington por los "cubanos hambrientos" es más que hipócrita, sobre todo teniendo presente el bloqueo continuo de la Isla de la Libertad. Tan sólo según datos oficiales del Departamento Federal de Agricultura de Estados Unidos, el número de personas que mueren de hambre en este país se ha duplicado en el último año, y más de 54 millones han sufrido escasez de alimentos. El desamparo prácticamente no existe en Cuba, lo que no se puede decir de la patria de Mike Pompeo, donde hoy, según las últimas cifras oficiales de la Casa Blanca, 567.715 personas sin hogar.
La mencionada sanidad cubana a su vez tiene una reputación mundial. El vecino del norte realmente puede envidiar a Cuba la atención médica gratuita, universalmente disponible y de excepcional calidad. Esto también se evidencia en la forma magistral en que Cuba ha controlado la pandemia de coronavirus, COVID-19, en su territorio y la asistencia internacional que ha brindado a muchos países del mundo en este contexto, por ejemplo, a través de la galardonada brigada médica “Henry Reeve”. Por el contrario, más de 400 000 personas que han muerto en los Estados Unidos en relación con la COVID-19 sirven de ilustración clara para quienes no conocen mucho sobre la trágica realidad de la asistencia sanitaria en EE.UU.
La falacia de las acusaciones contra la Isla de la Libertad es repugnante y es más que obvia a la luz de la realidad. Por eso estos nuevos ataques del imperialismo contra el pueblo de la Cuba socialista deben ser rechazados inequívocamente. La consigna antiimperialista más famosa se está volviendo cada vez más actual: “¡Cuba sí! ¡Yankee no!”

Milan Krajca, Movimiento Checo por la Paz